Un 25 de mayo definitivamente histórico: el de Rosario
Único e irrepetible. Vivido en la mismísima cuna de la bandera. Un acto multitudinario en un sitio emblemático para el pueblo. Un clamor acrecentado y pluralista, no solo de las 250 mil personas que se dieron cita en un verdadero ejemplo de civilidad, si no también la presencia del amplio espectro político y sus representantes; ya sea de derecha e izquierda, llámese Castell Blumberg, etc, etc. Entre los muchos reporteados, se alzó la voz de un referente de la ciudad de San Justo, Provincia de Santa Fe y dirigente ruralista de la primera hora, quien con indignación, bronca e impotencia, dijo que es hora que comiencen a funcionar las instituciones democráticas actualmente ausentes, que funcione la Suprema Corte de Justicia y que se expida si es legal o no, superar el 33% de la presión tributaria sobre cualquier sector del país.
Otros dirigentes, manifestaron la visagra que se producía a partir de este 25 de mayo y el tratamiento que el Gobierno, de aquí en más, debía darles.
Debo confesarles, que la postura del campo en familia me impactó fuertemente: con pancartas, cartelones, banderas, cánticos, etc. corroborando su indeclinable actitud a matar o morir.
Los discursos, subidos de tono, aunque un sector del campo apostó al diálogo; hicieron cierta mi convicción: que el final iba a ser el que se produjo luego de algunas horas. “El gobierno no los recibiría”.
Provengo del espectáculo y como tal, tengo una visión bastante cercana a cuanta gente puede ocupar un lugar frente al escenario, a los costados, o arriba de los laterales, en este caso del monumento.
Jamás vi ese lugar cubierto de esa manera. La matemática indica que en un metro cuadrado, entran cuatro personas; pero les aseguro que desde el sector de prensa hasta el móvil de la cadena 3 estacionado en las inmediaciones del monumento, me llevaba de 10 a 15 minutos para llegar a emitir algunos audios. Para decirlo de una vez, no se podía caminar: una verdadera marea humana pintada de celeste y blanco.
Una de las tantas apostillas sería, la cantidad de efectivos policiales (2.200) apostados sobre la circunvalación en la intersección con las autopistas a Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.
Otra es la de las mujeres ruralistas, que al finalizar el acto, juntaban papeles y envases vacíos anunciando que el campo es ordenado y limpio.
Alfredo de Angeli (no hay con que pararlo, ni bajarlo del escenario) volvió una vez más, terminado el acto oficial, para prácticamente decir lo mismo, pero aún más de entre casa “…Minga que nos vamo´ a bajar… de acá…!!!!” en fin…ovacionado, como en cada ocasión.
Lo insólito: la gente en plena desconcentración….se volvía para escuchar al dirigente entrerriano, con su oratoria tan particular. El chacarero de Gualeguaychú, mezcla criolla y gringa que se plantó a los del sur, como dice su canción...
Me pregunto…
¿Estará naciendo una nueva fuerza política u otra entidad ruralista de los autoconvocados…?
¿Que dirán los dos mil colegas que estuvieron presentes?
Seguramente corroboraran que Rosario ya está impuesto como el nuevo bastión de la lucha del campo argentino.
Único e irrepetible. Vivido en la mismísima cuna de la bandera. Un acto multitudinario en un sitio emblemático para el pueblo. Un clamor acrecentado y pluralista, no solo de las 250 mil personas que se dieron cita en un verdadero ejemplo de civilidad, si no también la presencia del amplio espectro político y sus representantes; ya sea de derecha e izquierda, llámese Castell Blumberg, etc, etc. Entre los muchos reporteados, se alzó la voz de un referente de la ciudad de San Justo, Provincia de Santa Fe y dirigente ruralista de la primera hora, quien con indignación, bronca e impotencia, dijo que es hora que comiencen a funcionar las instituciones democráticas actualmente ausentes, que funcione la Suprema Corte de Justicia y que se expida si es legal o no, superar el 33% de la presión tributaria sobre cualquier sector del país.
Otros dirigentes, manifestaron la visagra que se producía a partir de este 25 de mayo y el tratamiento que el Gobierno, de aquí en más, debía darles.
Debo confesarles, que la postura del campo en familia me impactó fuertemente: con pancartas, cartelones, banderas, cánticos, etc. corroborando su indeclinable actitud a matar o morir.
Los discursos, subidos de tono, aunque un sector del campo apostó al diálogo; hicieron cierta mi convicción: que el final iba a ser el que se produjo luego de algunas horas. “El gobierno no los recibiría”.
Provengo del espectáculo y como tal, tengo una visión bastante cercana a cuanta gente puede ocupar un lugar frente al escenario, a los costados, o arriba de los laterales, en este caso del monumento.
Jamás vi ese lugar cubierto de esa manera. La matemática indica que en un metro cuadrado, entran cuatro personas; pero les aseguro que desde el sector de prensa hasta el móvil de la cadena 3 estacionado en las inmediaciones del monumento, me llevaba de 10 a 15 minutos para llegar a emitir algunos audios. Para decirlo de una vez, no se podía caminar: una verdadera marea humana pintada de celeste y blanco.
Una de las tantas apostillas sería, la cantidad de efectivos policiales (2.200) apostados sobre la circunvalación en la intersección con las autopistas a Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.
Otra es la de las mujeres ruralistas, que al finalizar el acto, juntaban papeles y envases vacíos anunciando que el campo es ordenado y limpio.
Alfredo de Angeli (no hay con que pararlo, ni bajarlo del escenario) volvió una vez más, terminado el acto oficial, para prácticamente decir lo mismo, pero aún más de entre casa “…Minga que nos vamo´ a bajar… de acá…!!!!” en fin…ovacionado, como en cada ocasión.
Lo insólito: la gente en plena desconcentración….se volvía para escuchar al dirigente entrerriano, con su oratoria tan particular. El chacarero de Gualeguaychú, mezcla criolla y gringa que se plantó a los del sur, como dice su canción...
Me pregunto…
¿Estará naciendo una nueva fuerza política u otra entidad ruralista de los autoconvocados…?
¿Que dirán los dos mil colegas que estuvieron presentes?
Seguramente corroboraran que Rosario ya está impuesto como el nuevo bastión de la lucha del campo argentino.
Pipy Rivero -
Enviado especial de Cadena 3 Argentina-
Redacción Santa Fe