Evocación a Ricardo Romero
y Herctor Bulacio
Qué difícil se hace hablar de amigos, que aunque ya no estén, siguen acompañándonos como el primer día. Tan presentes como la amistad que durante tantos años nos brindaron. Solían decir en los escenarios y en algunos reportajes que les hice, que la amistad es una fiesta donde se ama, se comprende, se sufre, se ríe y se comparte.
Con esa voz de trémulo e inocultable alegría, decía Ricardo Romero: “La amistad, mas que un pacto entre nosotros, es un pacto con la vida”. En tanto, el “gringo” Bulacio me dijo una mañana (recuerdo en el último Cosquín), sentado en el móvil, que “la amistad es un acto de creación donde los amigos se construyen en cada encuentro. Donde hay espacio para otros amigos, porque se vive una alegría imposible de encerrar”. Un ejemplo típico y contundente, que define a los festivales.
El Festival del Pescador, los invitó en más de una oportunidad. La luna sauceña alumbró el río Coronda con mucha intensidad aquella noche, cuando los presentamos junto a mi amigo y maestro Roberto “Cacho” Galé.
La prolífera dupla creativa, se fue al cielo de los cantores para seguramente, encontrarse con aquel trío “Los Ases” o llamar a las mismísimas “Voces del Surco”, buscándolo a Don Víctor Buchino, para que los rebautice TUCU- TUCU. . .
Con esa voz de trémulo e inocultable alegría, decía Ricardo Romero: “La amistad, mas que un pacto entre nosotros, es un pacto con la vida”. En tanto, el “gringo” Bulacio me dijo una mañana (recuerdo en el último Cosquín), sentado en el móvil, que “la amistad es un acto de creación donde los amigos se construyen en cada encuentro. Donde hay espacio para otros amigos, porque se vive una alegría imposible de encerrar”. Un ejemplo típico y contundente, que define a los festivales.
El Festival del Pescador, los invitó en más de una oportunidad. La luna sauceña alumbró el río Coronda con mucha intensidad aquella noche, cuando los presentamos junto a mi amigo y maestro Roberto “Cacho” Galé.
La prolífera dupla creativa, se fue al cielo de los cantores para seguramente, encontrarse con aquel trío “Los Ases” o llamar a las mismísimas “Voces del Surco”, buscándolo a Don Víctor Buchino, para que los rebautice TUCU- TUCU. . .