Hace muchos años rendía uno de los tres exámenes que había que pasar para recibir el preciado y anhelado carné de Locutor Nacional.
Uno de ellos, me marcó decididamente en mi vida profesional, era el CONART, léase Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión. Nada más,ni nada menos que el régimen para el otorgamiento de habilitación de locutores de radio y televisión. Precisamente en su artículo 4º especificaba, las funciones que le competen al locutor, el del “reportaje”. En él encontré siempre, una suerte de búsqueda permanente. El estar informado, actualizado, indagando, buceando, escribiendo algunos artículos inclusive. Veía, que eso también me fortificaba y alimentaba a la vez esta pasión, o sea iba más allá de las presentaciones en actos y escenarios, de comerciales en vivo, ya sea en sets de TV abierta o TV por cable.
Suelo compartir con colegas Universitarios y son ellos los que me dicen, que no solo la facultad hace, es necesario sangre que hierve, corazón bombeando, letras que suman, imaginación, intuición, alma de justiciero, escritor, aventurero, idealista, bohemio, fumigador de fórmulas exactas y germinador de proyectos. Otros me recuerdan pensamientos y reflexiones tales como…:”los que se la juegan y no mienten, encuentran la verdad hasta debajo de las piedras, no temen al poder político, empresarial, gremial ni se doblegan”…es ahí cuando verdaderamente son periodistas.
Este 7 de junio de 2008 , la muerte del periodista Bernardo Neustadt, me hizo reflexionar algunas cosas, su lucha, su entrega la incomprensión de la gente. Pienso que no dio con la clave del lenguaje universal ¿Será posible? ¿Lo habremos dejado pensar solo?... y quiero asociarlo con la solidaridad que algunos medios de comunicación, afortunadamente llevan a cabo. Las radios de frecuencia moduladas, si las FM; hablando el idioma que la gente quiere, comulgar con el mismo discurso, simple, sencillo, participativo, lineal; dando una mano al que tiene menos, donando ropa, leche en polvo, comestibles, pañales; paliar el invierno que ya está entre nosotros, aliviar el dolor de los que sufren.
Uno de ellos, me marcó decididamente en mi vida profesional, era el CONART, léase Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión. Nada más,ni nada menos que el régimen para el otorgamiento de habilitación de locutores de radio y televisión. Precisamente en su artículo 4º especificaba, las funciones que le competen al locutor, el del “reportaje”. En él encontré siempre, una suerte de búsqueda permanente. El estar informado, actualizado, indagando, buceando, escribiendo algunos artículos inclusive. Veía, que eso también me fortificaba y alimentaba a la vez esta pasión, o sea iba más allá de las presentaciones en actos y escenarios, de comerciales en vivo, ya sea en sets de TV abierta o TV por cable.
Suelo compartir con colegas Universitarios y son ellos los que me dicen, que no solo la facultad hace, es necesario sangre que hierve, corazón bombeando, letras que suman, imaginación, intuición, alma de justiciero, escritor, aventurero, idealista, bohemio, fumigador de fórmulas exactas y germinador de proyectos. Otros me recuerdan pensamientos y reflexiones tales como…:”los que se la juegan y no mienten, encuentran la verdad hasta debajo de las piedras, no temen al poder político, empresarial, gremial ni se doblegan”…es ahí cuando verdaderamente son periodistas.
Este 7 de junio de 2008 , la muerte del periodista Bernardo Neustadt, me hizo reflexionar algunas cosas, su lucha, su entrega la incomprensión de la gente. Pienso que no dio con la clave del lenguaje universal ¿Será posible? ¿Lo habremos dejado pensar solo?... y quiero asociarlo con la solidaridad que algunos medios de comunicación, afortunadamente llevan a cabo. Las radios de frecuencia moduladas, si las FM; hablando el idioma que la gente quiere, comulgar con el mismo discurso, simple, sencillo, participativo, lineal; dando una mano al que tiene menos, donando ropa, leche en polvo, comestibles, pañales; paliar el invierno que ya está entre nosotros, aliviar el dolor de los que sufren.
* El padre Axel, Claudio Sagrera, Horacio Giménez y una parte del gran equipo de colaboradores de la Cadena Tropical