Primero, reactivemos el ferrocarril...
Una imperiosa y vital necesidad. Sin temor a equivocarme, en los últimos tiempos, se escucha como una letanía, este clamor unificado de pueblos y localidades que se desarrollaron a la vera del ferrocarril a lo largo y ancho de nuestro país. En especial, nuestra zona litoral, aún aislados y desprotegidos, en distintas situaciones, llámese inundaciones, catástrofes hídricas, casos de urgencias sociales, etc., “El Tren” (así como suena) o sea el Ferrocarril, ha salvado vidas.
La reactivación de algunos ramales en zonas claves, cumple excluyentemente como nadie, su función vital como medio de transporte. Por estos días, de inacción en las rutas por el paro agropecuario, de haber tenido aceitado un sistema ferrovial, la gran producción de granos hubiese llegado a destino, al menos, con un final no tan desastroso para la economía Argentina.
Quiero ser realista y optimista a la vez, se que dentro del programa del gobierno de Binner, se encuentra “la reactivación y el tráfico ferroviario”. La pregunta surge inexorablemente: ¿cuánto tiempo más habrá que esperar para que llegue a su cometido? ¿Se pondrá en marcha una estructura multimodal de complementariedad de medios como dijo el Subsecretario de Transporte Provincial? ¿Cuándo se entenderá que emprendimientos gubernamentales y privados no son incompatibles?
Inclusive, aquellos que descreen del ferrocarril, hoy piensan que además de la car
ga, hay que anexar en forma urgente el transporte de pasajeros: para muchos lugares una inmediata solución. Debo decir que, cronicando esta movida palpable, y potenciando el perfil productivo, me sumo a legisladores, intendentes, jefes comunales, representantes de entidades intermedias, en este proyecto que une con el ramal Belgrano, tres departamentos desde Santa Fe hasta San Cristóbal.Este tipo de inquietudes masivas, suele traer intereses espúrios, ojala esta vez nadie se ponga en la vía y en un tiempo, no muy lejano, podamos ver correr otra vez los trenes.
